lunes, 1 de junio de 2009

Nuestra felicidad no depende de lo que tenemos

Cuando perdemos la motivación, el entusiasmo y la alegría, caemos fácilmente en un estado de abandono y apatía que se refleja en todas las áreas de nuestra vida.

La mayoría de las veces nos quedamos esperando a que alguien tome la iniciativa o que pase un evento con la suficiente fuerza como para cambiar y mejorar nuestra condición de vida, sin que tengamos que hacer algo para conseguirlo.

Nuestra felicidad no depende de lo que tenemos o de lo que todavía no hemos podido conseguir. La felicidad depende básicamente de nuestra actitud y de la forma de asumir e interpretar la vida; no se experimenta afuera, sino adentro y cada uno de nosotros puede recuperar la motivación y el entusiasmo necesarios para construir su propia felicidad.

Cuando nos sentimos a gusto con nosotros mismos, disfrutamos cada cosa que hacemos, y aceptamos y resaltamos los elementos positivos que tiene el lugar donde estamos, experimentamos la felicidad, que no es otra cosa que ese sentimiento de plenitud y de alegría interior. Cuando abrigamos sueños y trabajamos por la realización de los mismos; cuando tenemos metas, aunque estas sean pequeñas y cumplimos con ellas, atesoramos la satisfacción silenciosa de haberlas alcanzado a pesar de tantos obstáculos superados.

Muchas veces elegimos ser infelices por causa de situaciones pequeñas e intrascendentes a las que prestamos demasiada atención, permitiéndoles que nos afecten profundamente y que nos hagan perder el equilibrio y la felicidad que teníamos.

Dejemos de prestarle atención a todo aquello que se presenta en forma negativa o diferente a lo que esperábamos, tomemos la decisión de atender y mostrarle interés sólo a todo lo bueno y lo grato que nos suceda cada día, aunque sea muy pequeño; de esta manera podremos extender el bienestar y la alegría que nos permitirán superar los momentos difíciles, y disfrutar más de la vida.

Claves para retomar la vida con entusiasmo:



-Realiza tus tareas con alegría. Cuando hacemos nuestro trabajo con calidad, pasión, amor y entrega, podemos proyectar lo mejor de nosotros y conseguir los mejores resultados.

-Cambia las viejas fórmulas. Si te repites una y otra vez los mismos pensamientos negativos, si te dejas manipular creyendo que la felicidad consiste en comprar y acumular, te alejarás cada vez más de la felicidad verdadera.

-Involúcrate en nuevos proyectos. Es preciso renovar nuestra vida, llenarla de emociones y de proyectos nuevos. Siempre que te encuentres decaído y desanimado, haz algo que esté fuera de la rutina y renueva tu estado de ánimo.

-Todo, absolutamente todo puede convertirse en una actividad gratificante cuando se realiza con una actitud apropiada y el deseo de ser felices.

¡Suelta el pasado, deja de preocuparte por el futuro, vive el presente, la vida es maravillosa, todo va a estar muy bien!


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